"La noche es amiga de los libros"

De la carne a la ensalada


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Hace unos cuantos meses... decidí dar el gran paso alimenticio, así es damas y caballeros, dejé la carne y todo lo que tiene que ver con los animales (la miel nunca fue un problema porque la detesto, en mi mente es como caca de abeja). Por lo que hoy les contaré como fue el proceso.

El primer asunto es que no me dolió el cambio, lo único que me hizo sufrir fue.....el pan. Verán, aquí en Chile no se estila a cenar, en cambio tomamos once que es algo así como una hora del té pero a las 7-8 de la noche, donde el alimento principal es el pan con sus compañeros de la vida (mantequilla, queso, mermelada, jamón, etc.). Así que cuando llegaba la hora de la dichosa once, yo tenía que mirar a mi triste pan sin compañero. Para dejar de sufrir a la once opte por decirle adiós al pan e invitar a un nuevo compañero a mi vida.... las tortillas.

Respecto a las otras comidas, el proceso fue realmente simple, mi vida se transformó de carnes a ensaladas con garbanzos, hamburguesas de soya, tacos con porotos, falafel y cremas de legumbres (lo del desayuno ni lo menciono porque yo supongo que nadie se despierta a preparar un bistec mañanero).

Lo que sí quiero recalcar sobre este estilo de vida es..... las tiendas. Alguien tiene alguna idea de lo difícil que es encontrar productos veganos, y no me refiero a las hamburguesas, porque la verdad eso está ya está interiorizado en los supermercados. Hablo de los agregados... mayonesa, queso, cecina (sip, los veganos tienen cecina sin animal), que por decirlo así le dan mas diversión a los platos. Simplemente no hay agregados, así que si son muy amantes de esas cosas, piensen en mudarse a un país donde todo eso sea de fácil acceso.

Por último quiero destacar las razones que me llevaron a este estilo, yo respeto a los "compañeros veganos" (sonó comunista jaja), pero para nada comparto sus razones de no comer carne, y con esto no digo que no sea triste la sobreexplotación de los animales, pero hay que ser realistas siempre hay que matar algo para vivir. 

Mi caso fue bastante sencillo, un día en la universidad había una feria vegana, y yo simplemente me enamoré de todas las opciones libres de muerte animales, así que me hice una pregunta ¿Para que seguir con mi estilo de alimentación si hay todo un mundo donde puedo comer delicioso y no dañar a nadie?

Les dejo esa pregunta para que la piensen, aunque la verdad no me gustaría forzarlos, ya que si sucediera así, no pasaría más de un mes antes de que se coman otro bistec.

Reyan fuera.

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