Que no los confunda el inocente nombre, este terreno hostil es habitado por una de las criaturas más salvajes de todos los tiempos.... los autos.
Este animal moderno, sólo podría describirse como un insecto gigante recubierto de metal, con un gran gusto por el combustible fósil (la necrofilia queda corta para él) y una ira infinita con la que arremete a toda la fauna restante.
Si te cruzas con esta criatura, baja la mirada, NO TE ENTROMETAS EN SU CAMINO y siempre siempre....déjalo pasar. No trates de ser altanero e intentar pasar delante de sus narices, tan solo cúbrete el rostro y espera a que este ser de brillantes colores se retire.
A veces cuando lo observo a la distancia, tengo el suficiente valor como para acercarme a él, mirarlo a los ojos y recordar qué es.... un humano enlatado y desprovisto de emociones.
Reyan fuera